En esta entrevista, el ex ministro de economía Luis Carranza, destaca que las guerras en el siglo XX ya no son beneficiosas para los países con democracias consolidadas y sin conflictos territoriales. Esto ha llevado a que los países busquen resolver los conflictos de manera pacífica. Perú y Ecuador no son una excepción a esta tendencia, habiendo experimentado beneficios económicos significativos a raíz de la paz, dado que los fondos antes destinados a armamento se han redirigido hacia proyectos de infraestructura, impulsando el comercio y los flujos de capital entre ambos países. Carranza resalta la necesidad de una mayor integración para potenciar el sector energético, como el proyecto Puyango-Tumbes, así como inversiones bilaterales. En conclusión, las agendas binacionales siguen desempeñando un papel crucial en el desarrollo de Perú y Ecuador.